jueves, 5 de abril de 2012

La speranza que delude sempre

Los malagueños, aun los más descreídos, sabemos lo que significa una tarde lluviosa de Jueves Santo, la incertidumbre de si podrán o no salir los pasos, y en particular si podrá salir la Virgen de la Esperanza, el último paso del día más grande de nuestra Semana Santa. Porque esta tarde noche salen la Virgen de la Paz, el Jesús Nazareno y la Soledad de Viñeros, el Cristo de la Buena Muerte y la Soledad de Mena, Jesús de la Misericordia y Ntra Señora del Gran Poder, el Cristo de los Milagros y la Amargura de Zamarrilla... Y al final, la Esperanza. Y si sale la Esperanza, todos los males se achican y se puede con todo lo que venga, que no suele ser poco.
En estos tiempos en que el lujo de la Semana Santa parece un tanto fuera de lugar, es cuando más fuerza recobra el mito de la Esperanza. La speranza que delude sempre, pero que cada día se reconstruye, porque es imposible vivir sin ella. 
Y entre nubes y claros, la gente, esa gente aperreada que sufre las crisis y las levanta, se viste y se arregla para celebrar la esperanza eterna, a pesar de todo.

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