sábado, 22 de agosto de 2009

Familia

Nunca sabremos a que se debe el prestigio del término o el concepto. Puede entenderse como la agrupación de individuos más primitiva y así sentirse en oposición al concepto de humanidad o incluso cargarse de sentidos peyorativos, como sociedad de apoyo mutuo frente al bien común o el bien de los que no son de la familia, con cierta similitud con la "familia" mafiosa. Se trata de un asunto manipulado por todos con los fines más diversos y cuya fuerza ha sido para mi un misterio. Nunca he sido muy familiar, siempre he discutido el valor de este grupo. Una amiga me dijo hace tiempo que la familia era el grupo en el que uno podía sentirse bien, porque todos conocían tus puntos flacos y tus puntos fuertes. Según esto, no sé si entenderla como una sociedad que tiende al conservacionismo: si todo el mundo sabe ya tus defectos y se aceptan, ¿para qué mejorar?. Con toda seguridad estoy siendo reduccionista y simplificando un problema complejo, pero es que nunca he entendido muy bien ese amor, aunque no por eso he dejado de sentirlo.
Curiosamente, cuando uno es joven tiende a ignorar y menospreciar a la familia y sus componentes, dándole al grupo conscientemente elegido, los amigos, toda la importancia y el valor que en teoría se debería dar a la familia. Con un poco de suerte, eliges a algunos de tus familiares como amigos y vives hacia ellos la misma incondicionalidad que hacía los amigotes.
El tiempo pasa, y poco más o menos cuando uno se ha convertido en todo lo que odiaba, empieza a buscar el refugio de la familia carnal (mientras ha entrado en juego otro elemento perturbador, la llamada familia política, ejercicio impuesto de diplomacia del que es difícil salir bien parado). Entonces uno empieza a encontrar los antiguos defectos familiares como interesantes y deseables. Mientras, y desgraciadamente tus padres han muerto y no pueden disfrutar de esta tardía reconciliación con el núcleo familiar.
Total, que es un lío casi tan grande como existir el entendimiento de los sentimientos que nos embargan con respecto a la familia. Y eso sin entrar en la parte de la familia que supuestamente tú eliges, la pareja y sus adjuntos.

3 comentarios:

  1. Buena reflexión sobre la familia. Para mí, la familia también es un poco una convención social. Yo sólamente siento cariño por las personas que me quieren y se portan bien conmigo, sean o no de mi familia. Sin embargo, en el caso de tu familia más cercana (padres, hermanos, y supongo que hijos), cuando te hacen daño, siempre hay algo instintivo, irracional, que hace que los perdones casi sin darte cuenta.

    ResponderEliminar
  2. El problema de la familia es que no tiene remedio. Te ha tocado, y como está contigo en una fase crucial de la existencia, todos los amores y odios que genera son muy irracionales, y no tienen relación con cómo funcionan las relaciones extra-familiares. Los infiernos que genera son difíciles de superar, pero también los afectos, que tienen mucho de primitivo, y por lo tanto de básico, fuerte, irrompibles a nuestro pesar.

    ResponderEliminar
  3. No sé, cuanto más vieja me hago más "Solo sé que no sé nada".

    ResponderEliminar