Migramos. Nos vamos de un sistema magnífico (quién no lo crea, que busque en la historia de los sistemas de gestión bibliotecaria uno coetáneo de Sirtex que tenga la mismas seguridades y las mismas posibilidades; claro, quién no lo crea y esté aún vivo para aprender, porque lo primero que se nos muere a los adultos de esta especie es, tristemente, el ansia de aprender, o peor, la capacidad de aprender).
Nos vamos y tenemos que llevarnos 20 años de registros, que son 15 millones de ítems. Es decir, la sangre y el sudor de muchos bibliotecarios de hoy y de ayer: mil tradiciones racionales ( y quizás mil más irracionales) para buscar y encontrar todo lo que se necesita para pensar, para soñar, para avanzar...
No hay tiempo para estar triste, es el tiempo de la alegría y del entusiasmo: entre todos tenemos que coger este equipaje y mudarnos, y si la casa es más chica, tendremos que agrandarla, pero si es muy grande nos caben todos los sueños. Este Unicornio será lo que nosotros queramos hacer de él, o un animal mitológico o un bicho de corral.
Las posibilidades están ahí, nosotros seremos los que tendremos que calibrar y pensar hasta dejar esta biblioteca a la altura que se merece, por encima del tiempo y del mar del olvido.
Qué bonito!! Es increíble que hables de algo como la automatización de la biblio. Si no hay nada como las palabras.
ResponderEliminarAprovechando lo del Pisuerga ruego a tu señorito que baje el disco de Police, pliiis. :)
Para Blanca
ResponderEliminarMás que bonito es un poco duro, vivir estas cosas con tanta pasión, pero que se le va a hacer, señora, si somos ansí....
Como me vuelvas a mentar la migración me hago hare-krisna y te persigo con los platillos.
ResponderEliminar¡Jomía!