martes, 28 de octubre de 2008

Servicio universal

En esta lucha contra el invierno, que recuerda al hielo de Narria, estos días de final de octubre nos están deparando algunas sorpresas. A mi me sorprende especialmente el fenómeno de las conversiones comunicativas inversas, es decir evolución contra natura de nuestras tendencias naturales. Así, acabo de terminar mi lucha contra la timidez para enviar mensajes a mucha gente, que para mi reunen varias soberbias, la primera la de pensar que te van a leer y la segunda una cierta sensación de inconsistencia de todos los valores preestablecidos. Ha sido una lucha en la que ha ganado la necesidad de fijar acuerdos y sobre todo, de reforzar mediante estos comunicados urbi et orbi acuerdos muy duramente negociados.
Pero frente a esto y paradojicamente, me encuentro con que hay bastante gente tardíamente convencida de la necesidad de difusión universal del saber, y que se ha lanzado a la arena de los mensajes (en nuestro caso, los correos) universales para intentar, no difundir las voluntades generales, sino para disfrazar las suyas de generales. Gentes para las que tradicionalmente no existía la opinión más que de un pequeño grupo de iniciados se sienten ahora muy preocupados de impartirnos doctrina, sin reparar en que somos ya mayorcitos y que, o tenemos también nuestra doctrina, o que nos importan poco éstas.

Ese no es mi juego: hago lo que tengo que hacer. Hablo mucho y lucho mucho, pero nunca me inventaré un personaje que no sienta. Y no digo que sea mejor, sólo que me gusta más.

sábado, 18 de octubre de 2008

Tiempos difíciles

Esta semana las cosas se han puesto de pico. Además del mucho trabajo presente y futuro, ha saltado una nueva crisis, de esas que se acumulan a los viejos problemas. Además, siempre hay alguien dispuesto a aprovecharlas.
Yo me he enfrentado a ella llena de optimismo, aunque por supuesto con algunos nervios: para mi las crisis son movimientos de conciencia que obligan a repensar lo que hacemos y que en muchas ocasiones se presentan como auténticas oportunidades de mejorar.
Puede ser simplemente que no me gusta la rutina, pero creo que muchos acontecimientos que consideramos negativos son a larga positivos, porque nos ayudan a plantar cara a los problemas y a revisar nuestros puntos de partida.
Al margen de su carácter de estímulo, estas crisis nos desgastan, eso está claro y nos obligan a explicarnos frente a nuestros "clientes". Pero eso tampoco está mal, porque hay un tipo de responsabilidad excesiva y en cierto modo peligrosa, que pretender solucionar a solas todos los problemas. Y eso no solo no es posible sino que no es deseable. Sólo trabajando todos juntos conseguiremos superar los obstáculos.

jueves, 9 de octubre de 2008

Amadís de Gaula y Bebo valdés

Hoy he asistido a una inauguración de una exposición de la B. No sólo no suelo asistir a inauguraciones, sino que raras veces consigo verlas. Pero hoy los astros estaban en conjunción. Además he conseguido aislarme del circo de las vanidades y he saludado a viejos amigos, compañeros ya jubilados o que ya no trabajan aquí.

Pero no ha sido solo eso, es que la exposición me ha atrapado en su magia: los hermosos libros que no he leído pero alrededor de los cuales ha transcurrido parte de mi vida; la recreación de una enorme linterna mágica en cuyo interior podemos meternos y ver imágenes proyectadas de un fragmento del Amadís, con un cielo estrellado que te llena de paz y te impregna de ese mundo soñado...

Y el libro inaudito Islario general de todas las islas, abierto por la página de un mapa detallado y lleno de color. Y la voz de Vargas Llosa hablandode los libros de caballería y de Amadís.

En mi vida llena de tráfico de acciones, reacciones y omisones, esta tarde también ha sido una isla, a pesar de lo poco frecuente que es que me subyugue una exposición de libros.

Por eso he decidido leer ese libro que no he leido, por recuperar el exorcismo de estas dos horas.

En el tren de vuelta a casa la magia se repite: Bebo Valdés toca el piano con un ritmo suave en RNE3, suave, suave. En el mundo es posible aún esta belleza. No os lo perdáis