He terminado dos nuevos libros. Por orden cronológico de lectura, voy hablar primero de Las lágrimas de San Lorenzo, de Julio Llamazares.

En mi opinión, este sentimiento es innegablemente masculino. A riesgo de ser injusta, me parece que estos sentimientos no suelen darse entre las mujeres tan habitualmente. En general, la obra me ha parecido regular, con sentimientos de pérdida un poco manidos, y peor que otras obras de Llamazares. Y su memoria de Ibiza es un poco ingenua e idealizada y no coincide en nada con mis recuerdos de esta isla, vitalistas y energéticos.

Esta primera lectura de Vila-Sanjuán me ha dado una buena impresión, su prosa es de una sencillez magnífica y cuenta muchas cosas interesantes sobre el pasado, que los jóvenes de estos tiempos harían bien en conocer. He conocido a este autor como coordinador de un ciclo de conferencias de la Biblioteca Nacional, titulado El libro como universo, y he podido apreciar su sentido común y su capacidad para "pastorear" a los grandes escritores y personajes incluidos en el ciclo con gran facilidad y efectividad.
Esta primera lectura me ha dejado con ganas de leer más cosas de este autor, que es justamente lo que debe provocar una primera lectura.
Lo demás, esperar un poco temerosamente la llegada del invierno, este nuevo invierno para mi, lleno de libertad y de posibilidades. Espero aprovecharlo plenamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario