Ya hablé en otro post de Fernando Merlo y de su poema Dos cuchillos que fue interpretado por Aguaviva, aunque nunca os copié el poema, que es tan sencillo como son los grandes poemas:
Dos cuchillos en mi pecho,
uno blanco y otro negro.
¡Ayúdame!
Que el blanco se está muriendo...
Para mi ese poema ha sido siempre la representación de la lucha entre el bien y el mal en nuestro interior. Y una petición desesperada de ayuda para defender la bondad frente a la fuerza y el poderío de lo obscuro. En estos días en que parece que nos adentramos en una nueva edad obscura, este poema cobra múltiples significados y su mensaje se hace omnipresente.
Cuando el ambiente es gris, mezquino y morne, nuestro yo se empequeñece y se desmandan las pasiones mas miserables y raquíticas. Ahora que me hago algo más que mayor, me asusta convertirme en una persona preocupada por cosas nimias, triste, violenta y amarga.
Pero la única posibilidad es luchar contra ello, refugiarse en la música de las palabras, cuidar y mimar los sueños y disfrutar de las cosas hermosas: libros, música, la aventura de pensar y descubrir la verdad. E imaginar cómo resolver nuestro futuro
Pues sí.
ResponderEliminarUn abrazo.
Oye, Amelia, ¿estas en un grupo que llama A mi también me gusta abrazar árboles?
ResponderEliminarYo si, en Facebook, pero a lo mejor existe fuera de ahí y seguro que te gusta
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarNo estoy, pero desde luego podría estar.
ResponderEliminarAunque he cambiado la foto, porque aunque me gusta, quería una completamente "a cara descubierta". Besos.
Me gusta la canción, aunque no sea mi favorita de Aguaviva. Como poema, me parece bastante sencillo, pero no simple, por supuesto no. Recrea perfectamente la lucha entre dos bandos. Si conociese un poco la vida del autor, podría concretar más mi comentario, pero puesto que no sé, lo acabo ya.
ResponderEliminarUn saludo.