
Digo bien, tengo dos libros en inglés empezados, The collected stories of Richard Yates (que incluye en primer lugar la obra sugerida por F., Eleven kinds of loniless) y The dead hand de Paul Theraux; y además uno español Rosas de piedra, de Julio Llamazares, que recorre algunas catedrales españolas y que realmente es un libro para leer a saltos, me parece a mi. Con Richard Yates me ha ocurrido que a pesar del notable interés de su narrativa, me he topado con un inglés informal, casi jerga, muy difícil para la eterna estudiante que soy de esta lengua. La novela de Paul Theraux es una policíaca ambientada en India y la leo un poco antes de dormirme, cuando ya estoy al borde del desvanecimiento total.
Pero no todos son libros inconclusos, en esto días he terminado tres. El primero de ellos, The garden party and others stories, de Catherine Mansfield, que leí hace mucho tiempo en español pero que casi no recordaba y que leído al tiempo que escuchaba el audio libro que le acompañaba. El segundo es una policíaca de un autor gallego, Domingo Villar, Ojos de agua, que me ha gustado menos que su primera novela, La playa de los ahogados; me parece a mi que en estas segundas partes está menos conseguido el ambiente y la trama de asesinatos y chantajes es más inverosímil, e incluso los rasgos del ayudante aragonés están más estereotipados.

Saramago es para mi como esos duros/tiernos hombres de izquierdas de antes, con la cruz de su dogma a cuesta, pero con cabeza, corazón y sobre todo agallas; aunque no tiene mucho que ver me recuerda a Labordeta, que se ha muerto recientemente y que para mi ha sido un hombre íntegro y honesto.
En fin, el mucho leer ya sabemos que no es garantía de nada, pero da igual, seguiré leyendo mientras la luz de mis ojos aguante.
Que se te van a secar los sesos, que decían los antiguos.
ResponderEliminarYa se me ha secado, pero ha sido por la FRBRización y el FRBRoo ese.
ResponderEliminarEs broma, a ver si con tanto cambio y tanta cosa voy a poder ir mañana a clase.