Yo me he enfrentado a ella llena de optimismo, aunque por supuesto con algunos nervios: para mi las crisis son movimientos de conciencia que obligan a repensar lo que hacemos y que en muchas ocasiones se presentan como auténticas oportunidades de mejorar.
Puede ser simplemente que no me gusta la rutina, pero creo que muchos acontecimientos que consideramos negativos son a larga positivos, porque nos ayudan a plantar cara a los problemas y a revisar nuestros puntos de partida.
Al margen de su carácter de estímulo, estas crisis nos desgastan, eso está claro y nos obligan a explicarnos frente a nuestros "clientes". Pero eso tampoco está mal, porque hay un tipo de responsabilidad excesiva y en cierto modo peligrosa, que pretender solucionar a solas todos los problemas. Y eso no solo no es posible sino que no es deseable. Sólo trabajando todos juntos conseguiremos superar los obstáculos.
Bienvenida al mundo de las crisis. Así no desentonamos con la sociedad en general. Esperemos que salgamos de ellas, de todas ellas, mejores, distintos, y más felices.
ResponderEliminarMmmm, justo las palabras que necesitaba leer hoy!!!
ResponderEliminarGracias!!