
Esta novela se llama El hombre del lago y narra la aparición de un cadáver en el lago Keleifarvatn, debido a la disminución del nivel del agua a causa de filtraciones. El cuerpo presenta una herida en la cabeza y lleva atado al cuello un aparato ruso de transmisiones.
El desarrollo de la novela nos muestra a Erlendur estudiando desapariciones no resueltas, un trabajo muy acorde con su obsesión por las personas desaparecidas; de este modo comienza a investigar la desaparición del propietario de un Ford Falcón negro, uno de cuyos tapacubos se había perdido y que le lleva a investigar aun irascible granjero encerrado en un asilo.
El detalle del aparato de transmisiones rusos, le también lleva a estudiar la pista del espionaje en la época de la guerra fría, en la que Islandia jugó un cierto papel, debido a la existencia de bases americanas.

Al final de la novela se dan cifras de las personas que realizaron labores de vigilancia para la Stasi y son realmente apabullantes. Esta tensión soterrada estalla en la novela con la desaparición de Ilona y la angustiosa búsqueda de ésta por Tomás, recorriendo instituciones sórdidas y fantasmales.
Al final, a Tomás solo le queda la imagen de Ilona sonriente junto a la estatua de Bach en la iglesia de Santo Tomás y una tristeza infinita que arrastrará hasta el fin de sus días: Ilona fue para el un abrir los ojos a una primavera posible, la que intentaron primero los húngaros sin éxito, la que luego triunfó en Praga