domingo, 24 de julio de 2011

Un verano ventoso

Este año no se puede disfrutar de la piscina como habitualmente, porque está soplando bastante viento y la sensación no es de calor, sino de fresquito, tirando directamente a frío cuando el sol aún no ha salido o ya se ha ido.
Como tampoco abundan las buenas noticias, es un año propicio como ninguno para la lectura, y especialmente para la novela negra o fantástica. Debido a ello, llevo cuatro novelas "negras" o asociadas, empezando por mi segunda novela leída de Marc Pastor El año de la plaga, siguiendo con dos de la autora sueca Mari Jungstedt, Nadie lo conoce la primera de ellas y Nadie lo ha oído la segunda y terminando con la segunda novela de la irlandesa Tana French, En piel ajena.
El año de la plaga, es más que otra, una novela de ciencia ficción, en la que un personaje que encarna bastante bien la figura del antihéroe, se enfrenta prácticamente solo, junto con su ex novia y poco más, a la invasión de unos supuestos alienígenas, que convierten a los humanos en vegetales que ni sienten ni padecen. Lo mejor de la novela es el sentido del humor un poco como de comic o película de serie de b y la topografía de una Barcelona en llamas, escenario de la lucha entre humanos y "lechugas".
Las dos novelas de Mari Jungstedt se desarrollan en la isla de Gotland, una de ellas en su capital Visby y la otra en un yacimiento arqueológico en el hermoso verano de la isla. En las dos aparecen los personajes del comisario Knutas y el periodista Johan Berg y aparecen las historias ocultas habituales de los autores escandinavos, en los que hay siempre personajes esquivos y pecados ocultos... Las noticias de estos días en Utaya y en Oslo, han despertado el afán de comparar el fenómeno de la novela negra escandinava con un corriente violenta interna en esos países. Yo creo que este tipo de conductas pueden generarse en cualquier lugar y que es difícil el análisis de estos sucesos.
La última novela es la de Tana French, que es una novela apasionante en su planteamiento y mejor resuelta que la novela anterior. La novela tiene como escenario una casa, Whitethorn House, y de sus cinco propietarios, uno de ellos suplantado por Cassie Maddox, la dtective de homicidios de El silencio del bosque. Aunque la trama está urdida de un modo algo increíble, la magia de la casa y su jardín de plantas arómaticas, el misterio de la relación entre los personajes e incluso la filosofía de la huida de un mundo esclavizante, aunque no la compartas, mantiene la atención a lo largo de sus seiscientas páginas.
La casa tiene un peso importante en la novela y también el personaje de Lexie, que se caracteriza por el terror al compromiso y a la permanencia, y que encarna el sentimiento de la huida permanente.

viernes, 1 de julio de 2011

Las torres vigías

Acabo de terminar un libro que me ha resultado un tanto extraño, La torre vigía, de Ana María Matute. Extraño porque en teoría es una fábula pero no tiene el contenido edificante que a menudo suelen tener éstas. Es una fabula, pero esta llena de una extraña violencia fundacional, de una ausencia de sentimientos que se combina con enormes ataques de ira o un extraño amor devorador, el que siente por la ogresa, la mujer del barón de Mohl. Tampoco son edificantes los amores del barón, que encarna para el protagonista una civilización más avanzada, una mayor contención de los instintos primitivos que campean por toda la obra. Se supone que el tiempo en el que se desarrolla es la Edad Media, pero en mi opinión ni el tiempo ni el espacio de esta novelita se pueden definir; se trata de un territorio y un tiempo mítico que existe solo en los cuentos para mayores y en algunas pesadillas.
Para mi, esta obra tiene algo de pesadilla, sobre todo en su parte final, en la que aparece la torre vigía y su extraño vigilante atemporal y cosido de heridas... En la escena final existe una gran confusión, el protagonista acaba con el Mal y con el bien y también muere en la terrible batalla el barón Mohl.
La torres vigías que mejor conozco son la de la costa de la Axarquía de Málaga, que al parecer se crearon como defensa de los moriscos y de los ataques piratas. Son hoy día una ruinas amables que jalonan la costa y que apenas si sirven como referencia en el paisaje de lomas.
Se considera esta novela de la Matute parte de una trilogía, junto con Olvidado Rey Gudú y Aranmanoth; para mí ambas superan la tenebrosa tristeza de esta obra, quizás reflejo de un terrible pozo del que la autora empezaba a salir. Especialmente Olvidado Rey Gudú es hermosa y brillante en su creación de otro mundo, también este mítico, si, pero cuajado de una luz eterna.
Pero nadie puede negarle a la autorala capacidad de crear mundos, eso si que no.